El alto costo que generan las actuales tasas de interés, la crisis cambiaria y la previsión de recesión económica generó que las emisiones de deuda de las empresas para realizar inversiones cayera un 73% anual entre enero y octubre, se informó hoy.
Así, en los primeros diez meses de este año las empresas colocaron apenas el 5,2% de toda la deuda que la Argentina emitió en el mercado de capitales local e internacional.
Entre enero y octubre, el país emitió pasivos por unos 31.195 millones de dólares a través de una diversidad de títulos en pesos y monedas extranjeras, informó el observatorio de la deuda de la Fundación Germán Abdala.
Por otra parte, el Gobierno colocó deuda por unos 29.471 millones de dólares, lo que representó el 94,5%; y las provincias emitieron deuda por apenas 90 millones de dólares, lo que equivale al 0,3%.
Entre enero y octubre las empresas colocaron deuda por el equivalente de u$s1.634 millones para realizar inversiones en bienes de capital. En contra cara, en 2017, las empresas que operan en Argentina habían emitido deuda por un total de 6.015 millones de dólares mientras que el sector público provincial lo hizo por unos 5.183 millones de dólares.
En octubre, por tercer mes consecutivo, las emisiones de deuda del sector público nacional se concentraron en su totalidad en instrumentos de corto plazo (letras), reflejando las dificultades de acceso al crédito. En ese mismo mes, el Fondo Monetario Internacional realizó un desembolso por un equivalente de u$s5.631 millones.
De ese modo, las únicas emisiones llevadas a cabo en el mercado fueron las de Letras del Tesoro, alcanzando un total de u$s4.634 millones en moneda local y u$s1.469 millones en moneda extranjera.
El informe señala que el impacto que generó la crisis cambiaria en el frente financiero de la Argentina, «tanto el sector privado como las provincias siguen ausentes de los mercados de deuda».
Durante varios meses se observó una tendencia ascendente, donde la tasa de interés de las Letes en dólares mostró un retroceso en octubre, en un contexto en el cual el ratio de renovación se estabilizó por encima del 70%.