«Este Presupuesto responde a una coyuntura económica difícil para Argentina, donde esperamos que la actividad económica siga contrayéndose hasta fin de año, y para 2019 esperamos una caída promedio del 0,5 por ciento». Así presentó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el proyecto de Ley de Presupuesto para el año próximo ante la comisión correspondiente en el Senado. El funcionario hizo hincapié en la necesidad de confluir al equilibrio fiscal en línea con lo acordado con el FMI, para lo cual se recortan partidas en Salud, Educación e Infraestructura, pero se eleva a un pico del 52 por ciento del PBI de este año la deuda estatal con privados y de 3,2 puntos en 2019 para pago de intereses. Luego de ese «pico de endeudamiento» -como lo definió Dujovne-, el funcionario aseguró que comenzarán a bajar las necesidades de financiamiento en los próximos años, que ascenderán a 42.400 millones de dólares el año próximo. Sin embargo, prometieron que en 2019 no habrá emisión de deuda en el mercado local e internacional, más allá de los desembolsos que restan en el marco del crédito por unos 56.300 millones de dólares del FMI.
Luego de la media sanción que obtuvo el proyecto del oficialismo, gracias al acompañamiento de una porción de Argentina Federal (Justicialista y aliados), Evolución y algunos monobloques, se inició ayer su tratamiento en la comisión de Presupuesto del Senado, que preside el legislador Esteban Bullrich (PRO). Para abrir la discusión en la Cámara alta se presentó Dujovne, acompañado por los secretarios de Hacienda, Rodrigo Pena, y de Política Económica, Miguel Braun, y del ministro de Energía, Javier Iguacel. Hoy será el turno de la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, mientras que mañana asistirá el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica.
Dujovne les solicitó a los senadores la posibilidad de contar con el acompañamiento de la oposición como «una señal muy importante para reducir la incertidumbre». «Si nos enfrascamos en el pasado, el futuro nos pasa por delante», se defendió el funcionario no bien comenzaron a lloverle las críticas por las diferencias entre lo presupuestado en la última ley y lo que terminó ocurriendo en el transcurso de este año. Sin embargo, el ex mediático y ahora ministro coordinador con el Fondo llevó todo el tiempo la discusión al pasado para explicar la crisis actual e hizo uso y abuso de los argumentos contrafácticos, como «nos hubiésemos vuelto Venezuela». A las preguntas de la oposición les respondió con lo hecho por la administración anterior y diluyó la conversación evitando responder directamente.
«Tienen que reconocer que, de mínima, hubo mala praxis», les criticó el senador rionegrino Miguel Angel Pichetto, quien recordó que en el Presupuesto para este año se había votado una inflación de 10 por ciento y una paritaria de 15 por ciento. Para el año próximo el Presupuesto prevé una inflación de 23 por ciento punta a punta. «Mientras siga la bicicleta financiera, con una tasa de interés de 75 por ciento entre bancos es más difícil. No hay plan económico que aguante», se sumó el senador formoseño Miguel Angel Mayans (FpV).
La respuesta de Dujovne fue que «pasaron cosas: la sequía, el contexto financiero internacional y la causa de los cuadernos, que restringieron el financiamiento». Según detalló el secretario Pena, este año se alcanzaría el nivel máximo de porcentaje de deuda con privados al 52 por ciento del PIB, «derivado de la suba del tipo de cambio», y luego prometió que empieza a descender hasta alcanzar un objetivo de 39 por ciento en 2022. «El año próximo es el pico de intereses de la deuda, con 3,2 por ciento del PIB, y luego confluye a la baja», dijo Pena. Detalló que «las necesidades de financiamiento el año próximo son de 28.000 millones de dólares, sin contar los vencimientos de letras, por el equivalente a 14.500 millones». Respecto del préstamo del FMI, que se conoció al día siguiente de que Diputados votara la media sanción del proyecto, Pena aseguró que se inicia el año con «una caja de 5400 millones de dólares, lo que permitirá que durante 2019 no se coloque deuda en el mercado local ni internacional».
El proyecto fue reelaborado a partir de la renegociación del acuerdo de acceso al financiamiento del Fondo. «Es el presupuesto que plantea el país con el apoyo del FMI. Si hubiera sido sin ese apoyo, no hubiésemos contado con ese financiamiento transitorio para acompañarnos», afirmó el ministro de Hacienda. Hizo hincapié en los cambios introducidos en Diputados como muestra de discusión parlamentaria, aunque el espíritu de ajuste se mantuvo. «Se eliminaron 15 artículos, se modificaron otros 31 y se definieron prioridades de partidas por 20.000 millones de pesos. Algunos fueron por recomendación del Senado para evitar que el proyecto de presupuesto vuelva a Diputados», definió Dujovne, dado que cualquier modificación en la Cámara alta requerirá que regrese a la Cámara baja para que se refrendado. Entre los principales cambios que logró colar la oposición durante su debate en la Cámara baja se destaca la eliminación del artículo que modificaba la Ley de Administración Financiera y permitía mayor discrecionalidad para el Ejecutivo al momento de renegociar condiciones de deuda.