Hemos tomado la emblemática fecha del 17 de Agosto, a 168 años del paso a la inmortalidad del más grande luchador por la libertad de los pueblos latinoamericanos, Don José de San Martín, para reafirmar la realidad de la libertad de expresión en nuestra provincia de San Luis, que padece una triste patología institucional desde 1983.
Saán Luis, en sus nueve Departamentos y en sus sesenta y cinco ciudades y localidades, está sometida a un régimen gubernamental que aunque de raigambre constitucional, se caracteriza por prácticas francamente erráticas respecto de los principios democráticos y republicanos que deberían regir su destino.
Esas conductas alejadas del bien común y solo orientadas al sostenimiento del más poderoso grupo económico que haya existido en la historia provincial, hacen que la libertad para la expresión no suela encontrar las vías adecuadas para canalizarse, pues la monopolización de los recursos públicos está solo orientada a los medios hegemónicos del propio régimen saaísta.
A partir del surgimiento de medios alternativos, como el que nos permite publicar estas líneas, esas herramientas muchas veces esquivas para los ciudadanos sin influencias, ya están al alcance de todos aquellos que, con prudencia y respeto, asuman el desafío de disentir en el marco de la tolerancia que debe existir por la idea ajena.
Quienes no compartimos nada del régimen patrimonialista que domina Saán Luis, confundiendo el presupuesto provincial con el patrimonio familiar y las estructuras partidarias, con su mediocre impronta, ha desculturizado a San Luis imponiendo como presuntuosamente válido el disvalioso concepto: “roban pero hacen”.
Existe una patología institucional que, en muchos casos, supera las esferas de gobierno y se ha instalado en la gran telaraña de corrupción con que el régimen se sostiene y que supera el ámbito estatal propiamente dicho.
Pues a esa patología, habremos de superarla con la normalidad propia que debió regir siempre en los ámbitos de gobierno. Abogamos por la normalidad institucional y por el destierro de la corrupción. Es posible gobernar con honestidad y transparencia. Solo falta que al Gobierno de San Luis y a sus Municipios, accedan personas nobles que sientan a la política como instrumento para realizar el bien común y no como herramienta para sus ilícitos enriquecimientos. Trabajamos a diario sobre esas verdades, que reflejan la verdad verdadera y la realidad cotidiana que, los medios oficialistas ocultan.
“Si no tenemos dinero, carne y un pedazo de tabaco no nos han de faltar; cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con las bayetitas que nos trabajan nuestras mujeres y si no, andaremos en pelota como nuestros paisanos los indios. Seamos libres y lo demás no importa nada”. José de San Martín.