Macri, cual meteorólogo amateur, optó por describirnos la realidad de la Argentina a través de los fenómenos climáticos. Este paralelismo que trazó el Presidente tiene carencia de algunos datos respecto a las consecuencias que está trayendo la “tormenta” por la que atravesamos.
Sostuvo también que en estos casos es difícil prevenir, lo que no dijo es que es difícil solo para el pueblo, porque para los cercanos a su “gobierno” o mejor dicho a su gerenciamiento, no les costó nada poner a resguardo sus intereses. Tienen bienes en el extranjero, lugares que aparentemente no tienen tantas inclemencias climáticas, y su dinero reposa en microclimas sin ningún sobresalto y con importante rentabilidad. Es decir que quienes nos gobiernan pudieron abrir el paraguas.
Ellos emergieron en la tormenta hundiendo al pueblo. ¿Tendríamos que pensar que la represión de la protesta social es un “granizo fuerte”? ¿Que ir terminando con los derechos conquistados, la destrucción de la industria nacional, la persecución política, el ajuste sobre los salarios, la inflación creciente, etc… serían consecuencia de un “tornado” que nadie podía prever?
¿Será que el calentamiento global es tan grave que no nos permite, como pueblo, tomar recaudos por si se viene el tsunami? Casi que negando el desastre, el gobierno de Cambiemos se para frente a quien lo ha perdido todo y le ofrece una sonrisa y no más que una palmada en la espalda solicitando paciencia porque según ellos ya va a salir el sol. Con una Irresponsabilidad y un cinismo poco visto todavía pretenden echar las culpas afuera. Probablemente sigan las fuertes ráfagas de viento en los próximos meses, pero ya va siendo tiempo de empezar a despejar el horizonte si realmente queremos hablar del clima.