El jefe de Gabinete, Marcos Peña, reconoció que hubo «un clima tormentoso, producto de varios factores externos», pero aseguró que el Ejecutivo «va a cumplir» su objetivo de reducir el déficit fiscal.
El funcionario sostuvo que «no va a ser fácil» llegar a ese objetivo porque, a su entender, la Argentina es «un país acostumbrado a gastar más de lo que tiene», aunque insistió en que la meta de tener un déficit máximo del 1,3 por ciento del PBI «se va a lograr».
En este sentido, el jefe de Gabinete dijo que «el clima tormentoso» del último tiempo «gatilló distintas cuestiones que han generado una mayor volatilidad, en un contexto en que vivimos una novedad, que es el tipo de cambio flotante» y «en un país muy acostumbrado a usar el dólar como termómetro de la situación económica», señaló en una entrevista.
Agregó: «Reconocemos el momento y lo tomamos con la seriedad que corresponde y tomamos medidas como, por ejemplo, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que nos da el respaldo al rumbo y herramientas», agregó.
Peña ratificó que la iniciativa de bajar el costo público «no tiene marcha atrás» y resaltó que durante la administración de Cambiemos se redujo «4 puntos el gasto en nuestro PBI, además de bajar 2 puntos de impuestos».
El jefe de los ministros consideró que el equilibrio fiscal permitiría «crecer mucho tiempo y poder reducir esta dependencia externa», al tiempo que confió que «va a haber un acompañamiento responsable» por parte de la oposición.
En ese sentido, según Peña hay «un avance muy concreto» en las negociaciones con los gobernadores para acordar en el Congreso el presupuesto del año que viene.