El dirigente de Dragados y Balizamientos afirmó que «si hay capacidad de diálogo, abierta y honesta, y sin confusión, nosotros estamos dispuestos a discutir». Además descartó que el Ministerio de Trabajo pueda soslayar su responsabilidad acerca de los convenios colectivos de trabajo, acordado entre las patronales y los sindicatos de cada sector, y afirmó que la cartera que dirige Jorge Triaca lo que tienen que hacer es «poner en vigencia» dichos acuerdos. «De lo contrario, agregó, estarían incumpliendo la ley, tal como lo están haciendo con la paritaria nacional docente».
El triunviro Héctor Daer, a su turno, dijo que «desde diciembre de 2015 hasta hoy hubo una inflación del 95 por ciento, y no son los trabajadores los culpables de ese proceso». Más adelante recordó que el plan económico vigente favoreció «a los sectores que más ganan y que más tienen, como el sector agropecuario y las mineras».
En la sede de la central obrera, en Azopardo al 800, Daer, Schmid y Carlos Acuña salieron al cruce de los funcionarios nacionales que dijeron que éste se trataba de un paro «político» e incluso consideraron que el Partido Justicialista (PJ) estaba detrás de la huelga, y subrayaron que el nivel de adhesión registrado demuestra el «fracaso» de las políticas oficiales.
«Éste ha sido un paro nacional de un nivel de acatamiento altísimo. Un paro general significa el fracaso del diálogo social y también el fracaso de la política», sostuvo Schmid, quien agregó que la CGT agotó «todas las instancias para poder encontrar alternativas» antes de convocar a la huelga.