La provincia sigue “reclamando” la deuda que la Nación tiene para con los puntanos, flota la idea de que se darán de baja becas que se otorgaron en la campaña de 2017, Macri se entrega al FMI, se realizan encuentros de la utopía (aunque sea para mostrar que alguien camina), la Avenida Illia sigue cortada (los cerebros de adoquín insisten con la obra), la inseguridad crece, el proyecto de boleto estudiantil gratuito provincial sigue en un cajón y así innumerables problemas y necesidades no resueltos y no cubiertas.
Pero ante semejante trabajo a realizar y demanda social que atender, los hermanos González Espíndola (uno Diputado y otro Concejal) aparentemente le han encontrado la vuelta a todo esto, ojo, no han encontrado soluciones, no, ante cada reclamo u homenaje ellos contestan con una chacarera o zamba que no te resuelve nada, pero por lo menos te distrae y te muestra que algún talento tienen.
Puede ser que con ritmo de guitarra ellos entiendan que van a tener un lugar el año que viene para acomodarse sin mayores esfuerzos. Si no les da resultado y no pueden seguir becados en algún cargo electivo tienen posibilidades de salir de gira por las fiestas de los pueblos, que si bien no mejoran la realidad de ninguno te alegran por un par de horas.
Fieles al poder de turno y acomodaticios como siempre, los González Espíndola no muestran mucho interés por la transformación profunda que nuestro pueblo reclama desde hace tiempo, con un partido político que ya ni nombran, y con acuerdos que jamás sostienen se muestran como dirigentes poco necesarios y sin capacidad de asumir la responsabilidad que se requiere en estos tiempos. De no tener un cambio de actitud, aquellos que los convocaron en su momento van a prescindir de sus servicios.
Con la política nunca tuvieron gran poder de convocatoria, veremos si con la chacarera doble lo logran y de no ser así tendrán que irse con la música a otro lado.