El ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, confirmó este domingo el cierre de los puertos del país para impedir la entrada del barco de rescate «Aquarius» en el mar Mediterráneo con al menos 629 migrantes a bordo.
Salvini advirtió que no permitirá el desembarque del buque perteneciente a la Organización No Gubernamental (ONG) Sos Mediterranée, argumentando que Italia va a empezar a decir «no» al tráfico de personas y no a la inmigración ilegal.
«Francia está devolviendo a la gente en la frontera, España defiende con armas su frontera, Malta no acepta a nadie. Desde hoy, Italia también va a empezar a decir ´no´ al tráfico de personas, y ´no´ a la inmigración ilegal», indicó en la red social Facebook.
Asimismo, envió una carta a la República de Malta en la que explica que el barco Aquarius se encuentra a 43 millas de sus costas, por lo que es su obligación hacerles desembarcar.
Salvini también justificó en su cuenta de Twitter su postura con el alegato de que «mi objetivo es el de garantizar una vida pacífica a los jóvenes de África y a los niños de Italia», en la que además empleó la etiqueta «cerraremos los puertos».
El barco, que transporta a 123 menores sin acompañantes, de los cuales 11 son niños y siete mujeres embarazadas, deberá pasar, según Salvini, antes de llegar a Italia por los puertos de Malta y allí desembarcar a los pasajeros, y si en este país no los aceptan en Italia tampoco encontrarán acogida.
Por su parte, el ministro del Interior de Malta afirmó que el desembarque de esta nave no es responsabilidad de su nación, ya que el rescate se produjo en la zona de Libia coordinada por Roma.