“Si hay un valor que tiene este gobierno es que el Presidente pone siempre la verdad sobre la mesa”, afirmó María Eugenia Vidal durante una entrevista con Luis Majul, pero luego siguió hablando y quedó al descubierto que eso no es más de una de las tantas consignas del marketing PRO. Ante el reproche del periodista de que no habían comunicado en forma correcta el estado en que estaba el país cuando llegaron al gobierno, Vidal ensayó una explicación en la que dejó a Macri como un mentiroso: dijo que “tenía que salir al mundo para que nos prestaran” y que “nadie sale a pedirle dinero a otro y le dice ‘estoy fundido’”
Vidal explicó que su posición y la del Presidente “eran distintas” al comienzo de la gestión de Cambiemos. “Yo como gobernadora de la provincia de Buenos Aires podía decir la provincia está quebrada”, arrancó la argumentación la mandataria bonaerense, sin darse cuenta que así Macri quedaría inevitablemente como alguien que mintió y la expondría a ella también como una mentirosa; y eso fue lo que ocurrió. Vidal afirmó que el Presidente necesitaba que el mundo “volviera a creer en nosotros” para luego rematar: “Yo tuve una oportunidad que el Presidente no tuvo, sobre todo en los primeros meses cuando tenía que recuperar la credibilidad del mundo.” Entonces los documentos con los que Cambiemos trataba de atraer inversiones en Estados Unidos pregonaban la verdad de lo que ocurría en la Argentina y destacaban, entre otras cosas, la educación, el desempleo de “menos del 6 por ciento”, la “infraestructura bien desarrollada” y el “sólido esquema institucional”.