Dilma Rousseff fue recibida este martes en la sede del Parlamento británico por el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn y por Emilym Thornberry.
Esta visita forma parte de la gira internacional emprendida en abril pasado por Rousseff con el fin de denunciar el arbitrario encarcelamiento del expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
La expresidenta, destituida mediante un golpe parlamentario en 2016, busca romper el cerco mediático que las corporaciones de comunicación han impuesto sobre el caso de Lula.
«Lula es un prisionero político, víctima de una persecución implacable de sus adversarios”, aseguró.
“Los medios brasileños golpistas intentan, de forma vergonzosa, negarle la condición de preso político. Así como negaron el golpe de 2016, fingen no ver el ascenso del fascismo en el país y la violencia de la extrema derecha”, agregó en recientes declaraciones.
Lula cumplió el lunes un mes en la prisión, tras ser condenado a 12 años y un mes de cárcel por supuestos delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.
El exmandatario se mantiene a la espera de la decisión de los jueces de la Corte Suprema, que podrían determinar su libertad.