Rocío Villarreal, la policía baleada el lunes durante el intento de copamiento de la comisaría 1a de San Justo, continúa en terapia intensiva y con pronóstico reservado a raíz de «lesiones severas en la columna». Los médicos del Centro Médico Fitz Roy en el que está internada informaron que “su estado clínico es favorable”, aunque deberá seguir el observación.
Sandra Aldrey, una de las médicas, señaló que la agente está «compensada, su estado clínico es favorable, sigue con pronóstico reservado y sin fiebre». «La bala ha lesionado la vértebra dorsal 12 y el daño de la columna es importante, tiene lesiones severas», apuntó al difundir el último parte sobre el estado de la agente policial.
Aldrey explicó que Villarreal recibió un único balazo que «le rozó su brazo, ingresó al abdomen y lesionó el hígado, el riñón y el diafragma» y que el proyectil «quedó alojado en la columna» vertebral de la suboficial. Aclaró que esas lesiones «serán evaluadas en las próximas horas por el equipo de neurocirujanos de columna».
Villarreal fue baleada el lunes cuando cuatro delincuentes armados y vestidos de policías irrumpieron en la comisaría de la localidad bonaerense en un aparente intento por liberar a presos alojados allí. El intento de copamiento fue repelido por la sargento herida y por otros tres policías que se hallaban de guardia.
Por el episodio hay dos detenidos, identificados como Ludmila Bustamante y Bruno Marullo, quienes fueron apresados por personal de la Jefatura Departamental de La Matanza y quedaron acusados de ser dos de los cuatro delincuentes que ingresaron a la comisaría.
En tanto, los investigadores sospechan que el grupo armado que ingresó a la seccional policial pensaba liberar a un hombre que se hallaba detenido por el homicidio de un narcotraficante en el marco de un ajuste de cuentas.