El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, sostuvo que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) «debe tener entre el 7 u 8 por ciento de trabajadores a los que alcanza el impuesto», por lo que reiteró que «están parando por defender los sueldos altos de trabajadores de otros gremios».
El funcionario consideró que “el primer pretexto que se encontró (para realizar el paro) fue el impuesto a las Ganancias, pero nadie razonó que no impacta en ese gremio”, en referencia a la UTA. Señaló que en la medida de fuerza “participa el transporte en forma inconcebible» y «dan la característica de un paro general, y el que tiene interés en ir a trabajar está privado por este gremio que ha decidido trabar la vida a todos los otros”.
También aseguró que el Gobierno “no piensa en sanciones». «No hablamos nunca de sanciones», respondió Fernández ante la consulta periodística sobre la posibilidad de que se estudie algún tipo de medida contra las entidades gremiales.
«El Estado nacional, en nombre de todos los argentinos, termina siendo cornudo y apaleado», manifestó y explicó que “el Gobierno, aparte de poner el 70 por ciento del subsidio, además paga 189 mil repros (recuperación productiva) todos los meses para sostener la actividad de media y larga distancia». «Miran para otro lado como perro que volteó la olla y nadie le quiere prestar atención a estas cosas que son serias”, sostuvo Fernández.
El jefe de Gabinete añadió que «el empresario es el empresario, el trabajador es el trabajador y el Estado pone la plata y le hacen el paro al Estado». También le reprochó al secretario general de la UTA, Roberto Fernández, la ironía contra los que criticaron la medida de fuerza y los que quieren llegar a trabajar cuando dijo que `pueden hacerlo en bicicleta´. “Parece que se mofan del que tiene vocación de trabajar; eso es algo inconcebible”, subrayó el funcionario.
Con relación a los cortes que llevan a cabo partidos de izquierda en el marco del paro, Fernández dijo que “nunca se los comprende, y parafraseando a Antoine de Saint-Exupéry (el autor de El Principito) diría que lo esencial es invisible a lo trosco”.