Ígor Konashénkov aseguró que los sirios no pueden ser presa de los juegos geopolíticos «absurdos» de Washington.
El ministro de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, dijo que la peor situación para los civiles en Siria se observa en las regiones que son controladas por la coalición de los Estados Unidos y los grupos terroristas que allí operan.
El oficial explicó que tras las declaraciones sobre la derrota del Daesh (autodenominado Estado Islámico), las regiones se convirtieron en «agujeros negros», con transparencia cero, tanto para el Gobierno sirio como para los observadores internacionales.
El portavoz advirtió que la población civil «no puede y no debe» ser presa de los juegos geopolíticos «absurdos» del Gobierno de Washington.
Konashénkov subrayó en particular la situación de los refugiados de Rukban, en la que se encuentran retenidos 60.000 refugiados por parte de la base militar estadounidense de Tanef y los grupos radicales.
En cuanto a Al Raqqa, los habitantes viven una «catástrofe humanitaria que la coalición internacional liderada por EEUU se empeña en pasar por alto».
Destacó que la restauración de Al Raqqa será imposible mientras esté controlada por los militares estadounidense y no por el Gobierno legítimo de Siria.