Las 12 comunidades que integran la ciudad de Bogotá, en Colombia, continúan en situación de emergencia sanitaria pese a los esfuerzos de las autoridades del distrito de recolectar las más de 8.810 toneladas de basura que persisten en las calles, tras el paro de los trabajadores de la empresa de aseo público.
Al menos 3.766 toneladas de basura siguen arrumadas en las calles de Bogotá, especialmente en las comunidades de Engativá y Usme, lo que ha generado un estado de emergencia declarado por el alcalde Enrrique Peñalosa.
Los habitantes de Bogotá han recurrido al uso de tapabocas tras la proliferación de olores e insectos por los residuos de basura en la calles capitalinas.
«Uno con este olor y esta basura no se puede comer ni un paquete de papas con gusto», afirmó el integrante de la Junta de Acción Comunal del barrio Brillantes, José Puerto.
«Si nos llegan a sellar por salubridad, qué hacemos, si esto no es nuestra culpa”, manifestó una habitante de la comunidad de Santa Cecilia, otras de las localidades que no ha recibido al aseo urbano desde hace seis días .
La producción y recolección de basura en Bogotá
La ciudad de Bogotá produce más de 6.300 toneladas de basura al día, y desde el paro de los trabajadores del aseo público aumentó la crisis, debido a la falta de reciclaje y separación de basura.
El secretario de Hábitat Guillermo explicó que el problema persiste en algunas comunidades, pese a que el distrito ha recolectado desde hace días 12.000 toneladas de basura y ha realizado operativos en las ciudad de Engativá, con la colaboración de varios trabajadores, quienes laboran 24 horas al día.
El plazo establecido por el distrito para la recolección de la mayor o la totalidad de los residuos y solventar la crisis de salubridad se vence el próximo lunes 12 de febrero para mitigar el problema que afecta a miles de bogotanos que ha generado protestas localizadas.
Aguas Bogotá: El paro del aseo público
Desde el jueves 1 de febrero más de 200 trabajadores del servicio de aseo urbano Aguas Bogotá están en paro tras el descontento por la inestabilidad laboral en la empresa pública, que pasará a otra administración y dejará en el desconcierto a más de 3.200 empleados.
Esto ha ocasionado protestas por parte de los trabajadores, lo que afectó a más del 50 por ciento de los vehículos recolectores de basura.
Asimismo, vecinos de algunas comunidades, como Engativá, han manifestado por la proliferación de desechos tóxicos y exigen al distrito una solución.