Sesiones extraordinarias hasta fin de año. La santa alianza entre “Cambiemos” y sectores del peronismo. La izquierda en el Congreso Nacional y su juramento contra el ajuste.
Tras convocar a sesiones extraordinarias hasta fin de año, el Gobierno Nacional apuesta a que el Congreso de la Nación haga Ley el presupuesto 2018, la reforma tributaria y la reforma previsional antes de que los fuegos artificiales del 31 de diciembre le den la bienvenida al año nuevo.
Con su nueva conformación luego del recambio de bancas en la Cámara de Senadores y en la Cámara de Diputados, el oficialismo nacional, al no contar con mayoría propia, buscará tejer alianzas de todo tipo con aquéllos sectores que hasta el momento han sido dadores voluntarios de gobernabilidad para su administración.
La media sanción de la reforma previsional en el Senado de la Nación semanas atrás y la conformación de nuevos bloques e interbloques legislativos en ambas Cámaras han sido las mejores demostraciones de que el macrismo no estará sólo para llevar adelante sus proyectos políticos en los dos años de mandato que le quedan. Los diversos sectores del peronismo, unos con Cristina Fernández de Kirchner, otros con el justicialismo de los gobernadores del interior, y algunos con Sergio Massa, han sabido, saben y sabrán negociar con el bloque amarillo las concesiones que hagan falta para garantizar la aprobación de las medidas y reformas impulsadas por el Gobierno Nacional.
Macristas, radicales y peronistas: amigos son los amigos para ajustar
El paquete de medidas y reformas en materia laboral, previsional, educativa y tributaria provenientes de la Presidencia de la Nación forman parte de una agenda abiertamente antipopular que combina ataques contra los derechos adquiridos de millones de trabajadores, jubilados y estudiantes, y beneficios exorbitantes para los grandes empresarios de la industria y el campo.
Sin embargo, pareciera que existe un consenso generalizado entre la clase dirigente de la oposición y el oficialismo nacional a la hora del ajuste, ya que han sido bastante tibias sus acciones contra las políticas neoliberales de Macri. El peronismo en sus diversas ramas, incluyendo la sindical, se mostró bastante a gusto cuando la CGT pactó la reforma laboral con el Ministerio de Trabajo de la Nación, y más aún, cuando sus Senadores Nacionales ayudaron al PRO y la UCR a darle media sanción a la reforma previsional en la Cámara Alta. Ni hablar del sindicalismo kirchnerista cuyas conducciones en los gremios y centrales docentes no han convocado a un paro nacional activo, a pesar de todos los ataques a la educación pública luego de las elecciones de octubre y la reforma educativa que se quiere implementar el año que viene.
Al fin y al cabo, esto no es nada nuevo. Cuando son gobierno, macristas, radicales y peronistas, siguen las mismas recetas, en distintos niveles, pero las mismas: ajustar a los sectores más vulnerables de la sociedad en beneficio de los sectores más acaudalados y ricos. Esto demuestra que para ellos el mejor gobierno, el más exitoso, es aquél que garantiza que a los empresarios y terratenientes les vaya bárbaro. Se vio en los ´80 con la vuelta de la democracia, en los ´90 con Menem y De La Rúa, luego de la crisis del 2001 con los k, y ahora, con la derecha amarilla en el poder.
Una voz de los trabajadores en el Congreso, una voz contra el ajuste
Luego de las elecciones de octubre, la izquierda conquistó nuevas bancas en la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación. Con Nicolás Del Caño como principal figura, los legisladores del “Frente de Izquierda y los Trabajadores” (FIT) juraron por los derechos del pueblo trabajador y contra el ajuste en curso.
Pero el juramento no queda como un montón de palabras que se las lleva el viento. Al contrario de lo que hace el resto de las fuerzas políticas, los parlamentarios del FIT llevan a la práctica cada una de sus propuestas de campaña y le ponen el cuerpo al juramento que hacen al asumir sus bancas. Así, apoyaron activamente cada lucha de los trabajadores, bajo el gobierno anterior y el actual. Estuvieron con los trabajadores de Lear, Cresta Roja, Donnelley, AGR – Clarín, Pepsico, entre otras. Hasta se tienen que bancar la represión lanzada por los gobiernos contra la lucha de los trabajadores, como se pudo ver recientemente en Neuquén cuando la policía le quebró la pierna a Raúl Godoy, Diputado Provincial del PTS – FIT, cuando acompañaba el reclamo de los trabajadores de la maderera MAM.
La historia parlamentaria argentina de los últimos años demuestra que la única fuerza política que enfrenta verdaderamente los planes de ajuste de los gobiernos, manteniéndose siempre independiente de todo bando empresarial, es el “Frente de Izquierda”. Toda esta experiencia pone de manifiesto que, claramente, la izquierda será una voz del pueblo trabajador en el Congreso. Una voz contra el ajuste que el Gobierno Nacional y la “oposición” peronista intentan imponer con celeridad.
La mujeres, los trabajadores, estudiantes y jubilados que salgan a las calles para luchar contra las reformas neoliberales del macrismo encontrarán en las bancas del FIT una trinchera de apoyo a sus reclamos.
NdelaR: A partir de hoy, y todos los miércoles, tendremos la columna de Johana Gómez quien es Docente Rural y Referente Provincial del PTS – Frente de Izquierda. Bienvenida Johana a La Noticia en San Luis en nuestro camino por contener pluralidad de voces.