Según un informe de la Oficina de Inteligencia Naval de Estados Unidos, el submarino ARA San Juan sufrió un colapso letal, que liberó una energía similar a una explosión de 5700 kilos de TNT y que provocó la muerte instantánea de sus 44 tripulantes.
El informe fue hecho en base al análisis de la señal acústica detectada el 15 de noviembre por la Organización del Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares.
El informe fue elaborado por el analista acústico Bruce Rule y arriesga la tesis de que los 44 tripulantes murieron en forma instantánea, sin saber probablemente lo que pasaba.
El informe del especialista de la Oficina de Inteligencia Naval de EE.UU. -país que aportó varias unidades navales y aéreas para el operativo de búsqueda y rescate- concluye que el ARA San Juan se hundió verticalmente, a una velocidad de 10 a 13 nudos (18 a 24 kilómetros por hora).
«Aunque la tripulación pudo haber sabido que el colapso era inminente, nunca supieron qué estaba ocurriendo. No se ahogaron ni experimentaron dolor. La muerte fue instantánea», indica, lapidario, el autor del informe,
Se estima que el informe de Rule llegó a manos de la Armada, aunque no se le dio crédito oficial.
Rule es analista acústico principal de la Oficina de Inteligencia Naval de EE.UU. Al analizar los datos del «evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con un explosión» -como lo definió en su momento el vocero de la Armada, capitán Enrique Balbi-, el informe precisa que la señal acústica fue producida por el colapso del casco de presión del ARA San Juan, a una profundidad de 380 metros.
El investigador llega a la conclusión de que el casco fue «completamente destruido en aproximadamente 40 milisegundos», una fracción de tiempo que representa «la mitad del tiempo mínimo requerido para el reconocimiento cognitivo de un evento».
Explica, además, que «la energía liberada por el colapso fue producida por la conversión casi inmediata de la presión del mar en energía cinética», en un movimiento del pistón de agua que ingresó al casco a una velocidad aproximada de 1800 millas por hora (2900 kilómetros por hora).