Con un contundente apoyo al accionar de Prefectura, que el sábado reprimió a la comunidad mapuche Lafken Wuinkuñ Mapu, en Villa Mascardi, donde fue asesinado un joven de 22 años de un tiro en la espalda, los ministros Germán Garavano (Justicia) y Patricia Bullrich (Seguridad) afirmaron que las fuerzas de seguridad tuvieron que enfrentarse a un grupo violento que tenía «armas de grueso calibre».
“El juez necesitará elementos probatorios, nosotros no”, dejó en claro la ministra Bullrich al ser consultada por si había imágenes o balas que prueben que los integrantes de la comunidad mapuche tenía armas de fuego como para justificar el ataque de los efectivos. “Nosotros no tenemos que probar lo que hace una fuerza de seguridad en el marco de una tarea emanada de una orden judicial. La Prefectura Naval fue a enfrentarse con un grupo violento. El juez tendrá que ir a buscar las pruebas y está perdiendo bastantes días”, sostuvo la ministra.
La cuestionada funcionaria hizo referencia a los integrantes de la comunidad como “grupos violentos que no reconocen al Estado ni la Constitución”, autores de una acción “ilegal, violenta e inaceptable” para la democracia. “Las fuerzas de seguridad no van a aceptar que se invierta el rol de lo que el Estado debe hacer sobre un grupo que está fuera de la ley, que intenta imponer un poder fáctico, que toma un territorio e impone otra ley”, afirmó Bullrich, que además sostuvo que ningún efectivo “va a hacer lo que no manda la ley”, incluso cuando sea una orden de un magistrado.
“Estamos abiertos al diálogo”, dijo más tarde la ministra. Y explicó que hay en marcha gestiones para avanzar en una mesa de diálogo en la que intervendrá el Obispo de Bariloche.
Garavano también respaldó el accionar violento de la Prefectura. “La existencia de este grupo que no reconoce al Estado es algo que tenemos que tener en cuenta y en eso es importante el accionar de la Justicia. Vamos a acompañar a los jueces que decidan avanzar”, afirmó el ministro de Justicia, que aprovechó la conferencia para enviar condolencias a la familia de la víctima. Lo mismo hizo Bullrich al inicio de la conferencia de prensa.
“Hubo más de 70 hechos violentos y los jueces ahora tienen que investigar quiénes violaron la ley y cuáles son las consecuencias de esas conductas”, finalizó Garavano.
Bullrich insistió reiteradas veces con el combate a “los grupos violentos” y advirtió que “no va a aceptar” una orden que prohíba el ingreso a determinado territorio. “Si alguien dice que no se puede entrar a una parte del territorio argentino nosotros vamos a entrar. No tenemos ningún límite más que el de la Constitución”, dijo la ministra, que también justificó el actuar de la fuerza con la ley de Flagrancia.
La ministra se refirió a la RAM (Resistencia Ancestral Mapuche) como un “nombre genérico” sobre los grupos que actúan violentamente, aunque aceptó que pueden llamarse de otro modo. “Podrán tener otro nombre, los queremos separar de la comunidad mapuche o cualquier otro grupo de pueblos originarios”, intentó suavizar su postura hacia al final de la conferencia.
Bullrich también anticipó que el Gobierno coordinará junto a Chile “acciones conjuntas” para enfrentar a “los grupos violentos” que no respetan la ley.
“Había armas de grueso calibre”, sostuvo Bullrich, aunque precisó que “seguramente se las llevaron” por lo que no habría ningún tipo de pruebas. “Eran entre 15 y 20 personas en una formación tipo militar, con lanzas, armas de puño y armas blanca”, describió la ministra en otro pasaje de la conferencia, en el cual no mencionó armas de fuego como lo había hecho antes y describió la represión como una forma de “cuidar a los argentinos que viven en el sur” del país.