La falta de acuerdos en las múltiples negociaciones cruzadas entre la Cambiemos y sectores de la oposición frustró la sesión que el Senado desarrolló ayer y la elección de quien ocupará el sillón vacante hace ocho años del defensor del Pueblo de la Nación se postergó otra semana. Los candidatos seleccionados por la mayoría de la comisión bicameral de la Defensoría del Pueblo –Humberto Roggero, Jorge Sarghini y Alejandro Amor– expusieron sus propuestas ante los integrantes de la bicameral. La ley de designación no prevé audiencias públicas, ni registro de apoyos y de rechazo ni mucho menos participación popular. La semana próxima uno de los postulantes deberá reunir dos tercios de los presentes en la sesión de la Cámara alta y luego deberá ser ratificado por la misma mayoría “agravada” en Diputados. Lo que obligará al oficialismo a apurar las negociaciones y cerrar “acuerdos” que no solo incluyen al futuro Defensor.
La terna de candidatos se acordó en una negociación de la que participaron el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; el titular de la Cámara de Diputados, el también macrista Emilio Monzó; el jefe del interbloque de diputados de Cambiemos, el radical Mario Negri, y el jefe del bloque de senadores del FpV-PJ, Miguel Pichetto.
Ayer, los candidatos expusieron sus propuestas en una audiencia acotada en el Salón Illia del Senado. El primero en tomar la palabra fue Roggero, el ex diputado nacional del PJ propuesto por Pichetto. “Soy un hombre del federalismo, no sirve que solo atendamos acá”, sostuvo Roggero para proponer “despersonalizar” y “federalizar” la Defensoría del Pueblo. En un intento por despegarse de los cuestionamientos a su candidatura, el ex diputado entrerriano planteó la creación de una defensoría “adjunta femenina” y prometió tra jar junto a las ONG.
Lo siguió Sarghini, el ex ministro duhaldista y actual diputado bonaerense del massismo, que defendió su candidatura. Para Sarghini, el defensor debe “mediar más que litigar” y no debe tener “ni complacencia con el poder, ni obstrucción al ejercicio de la administración”. “Si hay un organismo que tiene que ser abierto por su propia función de cara a la sociedad civil es este”, agregó Sarghini en un intento por despegarse de las críticas al sistema cerrado de selección de candidato.
Amor cerró la terna de oradores-candidatos. “Como Defensoría tenemos la responsabilidad de hacernos cargo de los derechos vulnerados o potencialmente vulnerados de cualquier persona”, dijo el actual defensor del Pueblo porteño y propuesto para ocupar el mismo cargo a nivel nacional por el senador peronista salteño Rodolfo Urtubey. Amor sostuvo que “la degradación” que presenta la Defensoría es “la falta de actualización en distintos aspectos”, entre ellos la “forma de elección” del defensor.
Los votos que coseche cada uno de ellos la semana próxima en el Senado será fruto de los acuerdos cruzados que el oficialismo selle con el sector peronista que le garantice el apoyo a las reformas estructurales en materia laboral, impositiva y previsional que impulsa el presidente Mauricio Macri.