El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, afirmó que la reforma tributaria impulsada por el Gobierno plantea un esquema por el cual “en cinco años vamos a ver removida buena parte de los impuestos distorsivos que hoy en la Argentina impiden alcanzar” mayor desarrollo y reducción de la pobreza
En ese sentido, remarcó que la reforma está “diseñada para dotar a la Argentina de un sistema más igualitario, más equitativo, que promueva la competitividad”.
“Que vuelva a permitir que en la Argentina se genere trabajo de calidad, y de la mano de todos estos componentes desarrollarnos y seguir reduciendo la pobreza en Argentina”, añadió.
Subrayó que de ese modo “todos los sectores productivos van a tener una situación muchísimo mejor que la que tienen hoy” y recordó que durante un lustro en esta década el país “no fue capaz de crecer ni generar empleo de calidad”.
Dujovne señaló que “estamos reordenando la estructura de alícuotas impositivas y, en ese marco, hay una sana discusión que tenemos que dar con los gobernadores, en el Congreso, en un diálogo que nos enriquece a todos”.
Puntualmente, apuntó que la baja para los productos electrónicos “favorece a los consumidores y no afecta los derechos adquiridos por los productores de Tierra del Fuego”.
Las exenciones en la Isla abarcan el impuesto a las Ganancias y el impuesto al Valor Agregado y “de ninguna manera se relacionan con los impuestos internos que se cobran en el continente”, aclaró.
“Tenemos una oposición a que bajemos los impuestos internos en el continente que redundarían en una mejora del poder adquisitivo de todos los argentinos en términos del acceso a productos que de ninguna manera son de lujo, como computadoras y celulares”, remarcó.
“Habrá algunos que tengan que ceder un poco, pero encontremos soluciones para todos más allá de los intereses específicos de algunos sectores”, enfatizó.
El Ministro sostuvo que el crecimiento durante este año “fue liderado por el consumo privado y la inversión privada, gracias a que en 2016 el Gobierno encaró medidas muy importantes para sanear la economía, evitar una crisis y generar condiciones para que la Argentina crezca”.
Detalló que, a diferencia de otros períodos, en esta ocasión “no estuvo generado por ninguna medida artificial”.
“No consumimos las reservas del Banco Central, no fijamos el tipo de cambio, no deterioramos las cuentas públicas”, puntualizó.
En ese sentido, ratificó que 2017 será “el primer año en el cual el ingreso del sector público crece por encima del gasto público, bajamos el déficit fiscal y estamos reduciendo el peso del gasto público en relación al PBI en un punto y medio”.
“Empezamos a recoger los frutos de la normalización” que, de ahora en adelante, “van a ser cada vez más visibles porque el crecimiento es un proceso acumulativo, y la inversión está liderando este proceso de recuperación”.
Puntualizó que “eso se traslada cada vez a más creación de empleo, de mejoras en los salarios, y en definitiva a bajas en la pobreza que es el objetivo último de la gestión económica de este gobierno”.