San Luis (LaNoticia) 19-03-15. Como una medida “insólita e injusta” tildaron familiares de internos del Servicio Penitenciario Provincial ante La Noticia, a la de cerrar la carpintería luego de la fuga de Jonathan `Yony´ Vogel oculto en un mueble que él mismo había fabricado.
“Pagan justos por pecadores”, le señalaron a La Noticia los familiares de los internos que trabajan en la carpintería y que con ese trabajo sostienen económicamente a sus familias, por lo que preguntan “¿Cómo vamos a hacer, ahora, para que nos ingrese el dinero que nos entraba?” con la venta de los muebles que fabricaban los internos.
Realmente es un despropósito por parte de las autoridades del Servicio Penitenciario Provincial que se `castigue´ a los internos por la fuga de Vogel, cuando es bien sabido que si el fugado recibió ayuda de alguien, no fue precisamente de sus compañeros de prisión.
Varias familias en estado de máxima vulnerabilidad económica dependen de los trabajos que realizan sus familiares en prisión, puesto que de lo que fabrican los internos en la carpintería, un buen porcentaje es destinado al prisionero y éste lo destina al mantenimiento de su familia.
También nos comentaron que ni los familiares ni los internos perjudicados quieren “levantar la voz en señal de protesta, porque si uno se queja, al interno lo trasladan a la Botija”.
Si la verdadera intención política de un servicio penitenciario es lograr la rehabilitación de un convicto, no es ésta la forma de lograrlo, sino todo lo contario genera resentimiento por ver que está pagando por algo que no hizo.
Carlos Rubén Capella
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